miércoles, 7 de octubre de 2009

NOTA SOBRE KRISHNAMURTI

Krishnamurti es una autor "a la moda" entre cierto público occidental con aspiraciones espirituales y nosotros, por sistema, desconfiamos de las modas. Tenemos comprobado que la moda es aquello que "gusta", que no "cuestiona" y que se digiere fácilmente. En occidente se ponen de moda "espiritual" aquellas personas o ideologías que nos resultan "faciles" para aceptar y Krishnamurti nos viene como anillo al dedo: nada de maestros, nada de largas horas de meditación o de oración, nada de renuncia y vida austera, nada de formas, iglesias o rituales... ¡se tira todo por la borda y los inteligentes y evolucionados occidentales llegaremos a la iluminación vía "cursillo" o vía "lectura-de-libro-comodamente-sentado"...! ¡Que más quieren oír algunos occidentales!

Nadie puede negar la calidad y la altura de la experiencia interior de este autor a quien personalmente respetamos, pero con quien no compartimos las aplicaciones "exteriores" que hizo de su luz interior. Es en la aplicación de su experiencia donde resulta inoperante su posición, desde luego antitradicional, demasiado influenciada por la mentalidad moderna, demasiado impregnada de un "antiformalismo" que rozaba lo compulsivo y que, en definitiva, deslució y echó a perder su bella experiencia interna.

Sabemos como al final de su vida, víctima quizás de un cierto desánimo y sabedor de que sus "conferencias" y "escritos" tenían muy poca eficacia práctica entre los miles de seguidores que se le acercaban, manifestó nuestro autor la intención de crear en el mundo varios "centros" donde las personas vivieran periodos largos de tiempo, donde pudieran estudiar y meditar su obra, y donde incluso hubiera una "sala de silencio" en la que encontrar el necesario estado interior para experimentar lo estudiado. En definitiva lo que Krishnamurti propuso... ¡llevaba ya miles de años inventado y se llama monasterio!; una santa y sabia institución contra la cual él lucho durante toda su vida.

¿No hubiera sido mejor atenerse a la tradición en la cual nació y gracias a la cual él llegó a donde llegó, en vez de pretender merced a no se sabe que pretendido "progreso" acabar con ella y con sus instituciones? ¿No hubiera sido esto mucho más eficaz espiritualmente para las decenas de miles de seguidores que se han limitado a leer su obra y a escucharle, pero entre los cuales nadie ha alcanzado ni una milésima de su experiencia? ¿No es, en definitiva, mejor recurrir a las experimentadas e inspiradas formas y enseñanzas de la tradición, que intentar cambiar el estado interior de las personas a base de "charlas", "libros" y "cursillos de fin de semana" a precios de lujo?

Insistimos en no quitarle nada de su intensa vivencia interna –que para nosotros quisiéramos– y de algunas explicaciones, aclaraciones y descripciones que pueden llegar a ser altamente inspiradoras y bellas, pero el conjunto de su "papel" en este mundo arroja demasiadas sombras como para valorarlo positivamente sin ninguna condición. Con esa manía contra toda forma, contra los maestros, contra los monasterios, las tradiciones, los símbolos, ritos, plegarias, etc... da la impresión de haber sembrado la confusión, el desasosiego, o la perdida, en muchas almas sinceras y capacitadas, en vez de haberlas ayudado eficazmente en la vida interior.

3 comentarios:

  1. interesante tu punto de vista, pero me pregunto yo, no será gracias a la tradición que llegamos hasta aquí ?

    y aquí y ahora, cómo estamos como humanidad ?

    no será hora de buscar algo nuevo ?

    cómo diría el viejo krishnamurti, puede lo nuevo venir de lo viejo ?

    saludos

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  2. Siempre es hora de buscar, pero, ¿qué debe entenderse por "algo nuevo"?
    Además, lo nuevo deviene de aquello anterior, "lo viejo".
    Buda fue lo nuevo en un contexto de tradiciones y no trajo confusión e inestabilidad en la búsqueda como sí Krishnamurti.
    Y Buda se alimentó primero de "lo viejo".
    Es evidente que el "hasta aquí" no gusta, pero,compartimos el Karma colectivo.
    Además, el Ave Fénix surge de sus propias cenizas, que no es más que "tradición", sino ¿de dónde surge?; y si necesitamos aclarar el panorama de la existencia, nunca es posible recurrir "a lo nuevo", ya que le falta la sustancia de la sabiduría, y entonces hay que recurrir a las tradiciones, al espíritu y la razón, la reflexión y el silencio de la meditación, de donde surge la FE y la liberación del sufrimiento.
    Es llano.
    Saludos.

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  3. capaz que krishnamurti era de river y el buda de boca...

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